Marketing experiencial
El consumidor en la actualidad ya no es un usuario pasivo. Está informado, saturado de publicidad, y en muchos ámbitos, busca emociones, experiencias, algo nuevo que le impacte. Motivo por el que las empresas cada vez más tienen que innovar y actualizarse, tratando de llegar a aquellas personas que están adentrándose en el embudo de ventas.
En este contexto, surge el marketing experiencial.
Este tipo de marketing es la prueba de que el consumidor y su experiencia de cliente están en el centro de la toma de decisiones.
Frente al marketing tradicional, en el que el producto o servicio eran el centro de la comercialización, el marketing de experiencias se basa en ofrecer una experiencia relevante para el cliente en la que se establezca un vínculo emocional con la marca. La importancia de este vínculo emocional para “activar” la marca (la marca ha de esforzarse por “caer bien” al consumidor), es que la mayoría de las decisiones de compra tienen un componente emocional (en torno a un 90 por cien de las decisiones de compra).
Una estrategia de marketing experiencial se puede llevar a cabo tanto antes, durante como después de la compra, siempre y cuando hagamos uso de una gran creatividad para estimular los sentidos, la imaginación y la memoria, de modo que impacten en las emociones del sujeto y le hagan sentirse cercano a la empresa, marca, producto o servicio. Hacerlo correctamente puede impactar en el cliente haciendo que dicha impresión quede en su recuerdo de forma duradera, motivo por el cual es necesario ser perfeccionista y considerar todas las variables.
¿Y qué pasa cuando un cliente queda satisfecho, o su experiencia de compra sobrepasa sus expectativas o le provoca un gran impacto? Que comparte dicha experiencia con sus iguales.
Por tanto, este es un motivo más por el que realizar un plan de marketing experiencial que tenga un impacto positivo en el cliente es tan importante: por su posible viralidad.
Este tipo de marketing es además importante y necesario en productos o servicios con gran competencia. Por ejemplo, una empresa de suministros de material de oficina, tendrá muchos beneficios al realizar una estrategia de marketing de este tipo, ya que logrará diferenciarse de su competencia y permanecer en el recuerdo de aquellos clientes a los que haya llegado.
Para crear una experiencia positiva, es necesario conocer al cliente y saber qué siente al interactuar con nuestra marca, producto o servicio. Para ello, hay que interpretar comportamientos que pongan en relación estilo de vida y decisiones de compra, hábitos, cómo puede afectar el contexto a la hora de tomar decisiones, memorización de elementos, etc.
El uso de nuevas tecnologías y herramientas como el neuromarketing, la realidad aumentada o el Big Data contribuyen de una forma positiva a crear experiencias de marca para el usuario, que desde el marketing digital, encuentra cada día un nuevo punto de contacto para llegar al cliente, por ejemplo a través de la aplicación de estas herramientas mediante redes como TikTok o Instagram, donde podemos encontrar filtros animados para realizar fotos o videos.