Fondos de renta fija
Las dos formas para invertir y conseguir una rentabilidad de nuestros ahorros son la renta fija y la renta variable.
La renta variable es un tipo de inversión que no nos garantiza una rentabilidad concreta y ni siquiera recuperar el capital invertido. Esto significa que es posible perder el dinero invertido, pues depende de diversos factores que van desde la situación económica y financiera de la sociedad en la que se ha hecho la inversión, a la de los mercados financieros.
La renta fija, sin embargo, es aquella inversión donde tenemos garantizada la inversión realizada mas una rentabilidad que se conoce desde el momento en que se realiza la inversión.
La renta fija está indicada para inversores considerados conservadores, pues se trata de instrumentos con poco riesgo. A cambio, la rentabilidad que van a obtener no va a ser muy elevada si se compara con otros productos, pero al menos se conoce de antemano.
Según quien emita los títulos, la renta fija se divide en:
- Renta fija pública. Es aquella que emite el Estado, las Comunidades Autónomas y demás Administraciones u organismos públicos para poder financiar sus gastos. Nos encontramos aquí con letras del tesoro o con obligaciones y bonos del Estado.
- Renta fija privada. Es la emitida por empresas que buscan financiación para poder emprender nuevos proyectos. Se encuentran en esta categoría los pagarés de empresa, obligaciones y bonos de empresas privadas, cédulas hipotecarias, entro otros.
Si atendemos a su plazo,
- Inversiones a corto plazo. Hablamos de títulos que se negocian en los mercados monetarios cuyo vencimiento tiene un plazo máximo de 18 meses. Tienen una elevada liquidez, aunque una rentabilidad inferior a las inversiones de mayor plazo.
- Inversiones a medio y largo plazo. Se negocian en los mercados de capitales y se trata de obligaciones y bonos emitidos por gobiernos o por empresas privadas. El vencimiento de los títulos será mayor a los dos años, presentando una alta rentabilidad, aunque también un mayor riesgo.
Según el rendimiento que ofrecen:
- Títulos de rendimiento explicito. Estos títulos van a pagar intereses de manera periódica al inversor denominados cupones. La periodicidad depende de lo estipulado, pero suele ser semestral o anual.
- Títulos de rendimiento implícito o cupón cero. La rentabilidad del título es la diferencia entre el precio por el que se adquiere y el valor de reembolso en el momento de la amortización final. El pago de intereses, por tanto, se realiza en el momento de la amortización.
Cuando hablamos de un fondo de renta fija, nos referimos a productos de inversión colectiva donde se invierte el patrimonio de los ahorradores en activos de renta fija. Es decir, solo se invierte en letras del tesoro, pagarés, obligaciones y bonos emitidos por gobiernos o por empresas.
Los fondos de inversión de renta fija se pueden considerar instrumentos de inversión o de ahorro con una rentabilidad inferior a la de otros fondos, pero, a cambio, con un riesgo asociado también menor.
Al igual que lo hacen las acciones u otro tipo de fondos, los fondos de renta fija van a cotizar en los merados y, por tanto, su precio puede variar pues dependerá de variables como el tipo de interés, el riesgo país, o el de las compañías que lo emiten. Cuando hablamos de renta fija, nos referimos a un plazo de vencimiento fijo y un interés, rendimiento o cupón fijo se la inversión se mantiene hasta su vencimiento.